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La suicida rutina y ese tirano tictaquear constante regían tu vida...
Todo intento de descubrir un sueño, desentrañar alguna pasión oculta o algún deseo , por más pequeño que fuera, que sirviera como propulsor para saltar aquella barrera que te impedía ser, sentirte vivo, cada intento de despertar alguna emoción o sentimiento vivo en vos, era automáticamente paralizado. Habías internalizado la consigna: "si amas, tendras soledad, si sueñas tendras pesadillas"
Muchas veces fueron tus padres con el "no" o el "deber ser", tantas otras tus maestras , las monjas, y hasta tus amigos, quiénes con sus juicos y prejuicios lograron construir esas paredes frias y duras que hoy rodean tu cuerpo...
El tiempo pasó y no tardaste en asimilar los "valores correctos" y decentes que proponían el Estadoy la Iglesia, garantes de una vida sin compromiso para con el resto, y por lo tanto una existencia tranquila y sin sobresaltos. La interiorizacion de estas conductas te condujo a la negacion misma de tu ser, hasta dejar sólo el espectro de lo que eras... retazos desteñidos de lo que querías ser...
Pero sin saber cómo ni cuándo, donde ni porqué encontraste esa chispa que sería la responsable de encender todo lo que estaba seco y dormido en tu interior. Fue quizás ese viento cargado de vivos y alegres pentagramas repletos de corcheas y fusas, que disparo esa melodia que te atravesó como una bala, ese cuerpo que entonces no era el tuyo.
Quien sabe si eso fue lo que liberó a los pájaros de tu cabeza, dejándolos volar libremente verso al infinito, destino seguro pero a la vez incierto. Quien sabe si ciertamnete te perdiste ne ese manto azulado plagado de titilantes mariposas, por seguir aquellas dulce melodía. Lo que si puedo afirmar, es que la certeza de sentir que te invadió en ese tiempo pequeño, penetró por cada una de tus extermidades, cada uno de tus poros, colmandote el pecho de música. Quien sabe porque o como esas notas te llegaron tan profundamente transformandolo todo a su paso, despertando a cada una de las células dormidas de tu ser. Todas y cada una de tus partes comenzaba a tener sentido, empezabas a entender que "vos sos vos y tenés vida"
Lo cierto es que por primera vez, que nosotrtos sepamos, sentiste. Yo lo sé porque te ví llorar como un niño, reir como un loco, bailar, gritar y cantar como si nada más importara que el hecho mismo de estar vivo, como si quisieras comunicarle al mundo que acababas de nacer...
auca.-
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