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El mundo que queremos es uno donde quepan muchos mundos. La Patria que construimos es una donde quepan todos los pueblos y sus lenguas, que todos los pasos la caminen, que todos la rían, que la amanezcan todos. Hablamos la unidad incluso cuando callamos. Bajito y lloviendo nos hablamos las palabras que encuentran la unidad que nos abraza en la historia y para desechar el olvido que nos enfrenta y destruye. Nuestra palabra, nuestro canto y nuestro grito, es para que ya no mueran más los muertos. Para que vivan luchamos, para que vivan cantamos...(Manifiesto Zapatista)

06 noviembre 2010

En la lluvia


che vos, te hago una preguntita, o varias

Te has quedado en la penumbra de tu pieza oyendo como esa nube gris, pero casi negra, parece derrumbarse en explosiones? Has apoyado las palmas de tus manos, asi como sosteniendo tu cabeza, de modo que tus codos apunten hacia las paredes como si quisieran ensancharlas??? como si se transformaran en las orejas gigantes de un zorro!! Has apoyado tu talón izquierdo sobre tu empeine derecho para sentir que todo esa parte del cuerpo que toca el colchón se estira??? Y en serio no se te mueven solas las orejas escuchando las primeras gotitas sobre las hojas de los árboles, el techo! la tierra!...?? no?? En serio que no te baila sola tu nariz buscando en el aire ese olor a tierra mojada que lo inunda todo??? Realmente me estas diciendo la verdad???

Carajo! Es una pena que no te des el lujo del detalle.


.



Tu Vos

En el micro no hay nada más generosamente escándaloso que un diálogo entre sordomudos. Hace falta que el micro vaya escazamente poblado, con algunos asientos que esperan un culo que soportar y personas que pierden su mirada en algún punto fijo de la ventana o de otro asiento. Y cuando digo lo pierden, lo pierden. Porque en realidad no miran algo, es todo lo contrario. Evitan mirar algo. O Alguien. Yo no se si el contacto humano es repugnante o qué, pero es impresindible prevenir que dos miradas que recorren la misma ruta aérea se crucen. Rápido!! esa pupila se acerca! esquivala! Cómo te vas a mirar con un desconocido?! Cómo te vas a dignar a reconocer en esos ojos las sensaciones que atraviesan a ese alguien. Cómo no ser humano, demasiado humano.

Hay que prevenir el contacto de cualquier manera. Por eso también es recomendable usar auriculares. No queremos oír. Para qué escuchar si tampoco vamos a hablar. No vamos a decir nada. Silenciémonos con música y locutores que nos pinten la realidad de alguna manera que nos haga reir. La realidad, en realidad, es mejor cuando nos la cuentan a través del eter. Es mucho mejor que palparla, setirla, olerla, rozarla....

Date cuenta. En el preciso momento en que dos manos deciden ocupar el mismo espacio de metal frío para sostenerse, basta que esa parte lateral de la mano se junte con la del desconocido para que automáticamente estas slgan despedidas como si se hubieran apoyado sobre brasas. Hay que buscar un lugar donde no haya piel que compartir.

No podemos soportarnos, ni escucharnos ni mirarnos ni tocarnos. Pero yo lo que no puedo soportar es tu verguenza casi escatológica de hablar y reirte a carcajadas, de lanzar una abrumadora putiada de sorpresa; de apoyar mi mano sobre la tuya y mirarte bien a los ojos para no pedirte perdón y darte las gracias. Porque estás en mi dermis y en la de todos. Me marea tu timidez insipida de esquivar a tus pares y sobre todo a tus impares.

Por eso yo prefiero el espontaneo escándalo de los sordomudos.

Los presiento por el ravillo del ojo, se me asoman sus ademanes, sus caras llenas de anécdota. Trato de adivinar sus historias. Y les presto atención. Les regalo atención. Y aunque ellos no lo sepan, jugamos al amigo invisible. Les regalo atención porque ellos son los únicos que me regalan algo humanamente vivencial. Y yo vivencio con ellos. Aunque erre la película, ellos me transportan a algún lugar, en un tiempo donde seguro a una o varias personas les pasó algo. Y me expresan libremente su cotidiana verdad. Con palabras que quieren salir y no pueden, emes que se entrecortan en código morsa. Sónidos empujados por brazos y rostros hechos voz. Hechos vos. Hechos yo.

¿Me conoces??
No me conoces aún


.

29 septiembre 2010

Trans piraciones


*
Acostado con la piernas sobre la pared pero desde la cintura a la cabeza sobre el colchón, Pedro Astú giraba en sus pensamientos y se encontraba con Girondo.

Transmi
grar. De un cuerpo a otro, " una cosa es mirar el mar desde la playa, otra contemplarlo con unos ojos de cangrejo".

Transmigrar.

"Encontrarme conmigo mismo en el momento en que me
había olvidado, casi completamente, de mi propia existencia".

Transmigrar
Transpirar

Trans; "al otro lado", "a través de"

Transpirar,
Transpirarse Pirarse; irse, alejarse

Transpiro
Piro;
fuego, calor que abrasa y abraza


Transpirado Pirado; loco

Corro,
juego,
peleo
y amo

Empujo,
choco,
rozo,
esquivo,
beso,
acaricio,

penetro

Cuando la piel licua nuestros esfuerzos físicos,
cuando palpitamos por completo y la respiración se entrecorta y se acaba,
y la buscamos y nos lanzamos en busca de ese aire vital...


Transpiramos

Ascendemos, y nos quemamos en cielinfiernos donde perdemos la razón y el conocimiento.
Lo que conocí-miento. Miento lo que con
ocí.
Se confunden los placeres y los dolores

Nos dejamos llevar en ese torrente donde la sangre refluye.

Y sólo nos pertenece la vida



*

17 septiembre 2010

Hombre desnudo con las manos en los bolsillos

-


Quizá sea hoy. O no, quien sabe. Pero la verdad es que me siento pesado, y es una novedad para mí saber que las mujeres también provocan eso.

Hacía poco tiempo que la había conocido. Cinco meses, quizás seis, no lo se muy bien. Lo que si sé es que apenas la vi quedó clasificada como una mujer Hermosa. No linda ni bonita. Hermosa.

Me la presentó mi amigo Miguel un día en la facultad, creo que era jueves, o viernes, tampoco me acuerdo. Yo estaba llegando tarde a mi clase de Literatura Inglesa (estudio Letras) cuando me interceptó para preguntarme no se que cosa de una fiesta. Ahora me acuerdo que fue jueves porque ese día cursaba inglesa. Miguel tenía mi edad y estudiaba historia con ella, es decir que hace tres años que estaba en la facultad y no sé por qué extraño misterio del universo la veía por primera vez. Lo cual era raro.

Era raro, porque como ya dije que es Hermosa, y a las mujeres Hermosas las distinguís en un lugar, por más multitudinario que sea, a primera vista. Tienen esa especie de campo magnético que atrae tu mirada y el tiempo se detiene eternamente, unos eternos segundos en los que “ese no se qué” te deja perplejo.

Lourdes, así se llamaba ella, me dejó así mucho más que por segundos, más que minutos, más que horas. Llevo meses así. Porque desde ese día cualquier excusa fue buena para juntarme con Miguel, pero debo decir que más allá de que él me caía bien solo estaba en su compañía por ser mi puente a esa encantadora aparición. Podía pasar horas hablando con ella. Mirándola a ella,

Porque Lourdes aparte de ser Hermosa, es Inteligente, lo cual es una especia rara entre las mujeres Hermosas. La mayoría pasan de ser Hermosas a simplemente estar “buenas”. Si, muchas veces es mejor dejarlas en esa especie de cápsulas en las que están imbuidas, tenerlas alejadas y degustar de su belleza a la distancia para no deshacer el hechizo que romperían con solo abrir la boca.

Con Lourdes se podía hablar de cualquier tema, no digo que sea una erudita, pero se podía hablar. Y si no sabía, escuchaba y quería saber más. No se ruborizaba ante temas que otras harían parecer como alejados de la realidad y desagradables para la moral humana y por sobre todas las cosas a la femenina. Lourdes no. Ella daba su opinión como cualquier mortal que ha sabido envolverse en el paroxismo de los placeres terrenales. Y de regalo dejaba esa sonrisa suya, esa entre inocente y pícara, que levantaba más de una suspicacia.

Si, porque Lourdes además de ser Hermosa e Inteligente, era Simpática. Se reía de buena gana de cualquier comentario gracioso o no tanto que alguien pudiera decir. Pero no solo reía de los demás. Reía de ella misma, de sus chistes malos y de sus chistes muy malos. Porque no era buena contando chistes, era feliz contando chistes. Nadie, absolutamente nadie, podía dejar de alegrarse cuando ella hacía una de sus entradas de comediante. Ni siquiera cuando esa persona estaba triste o enojada. Porque convengamos que muchas veces mandaríamos francamente a la mierda a la primera persona que te quiere hacer reír cuando estás en una de esas actitudes negativas. Con ella no, era imposible no reír, porque se notaba su naturaleza de buena mina.

Claro. Porque además de Hermosa, Inteligente, y Simpática; Lourdes era Buena. Era Buena de verdad, porque carecía de esas malas intenciones que todos tenemos a veces, incluso cuando nos molesta o nos sobrepasa algo. Ella decía que “hay cosas peores”, entonces reía y buscaba como superarlo. Mientras uno mascullaba injurias y venganzas al destino, ella venía y rompía con su simplicidad el vaso de agua en el que uno se ahogaba.

Hasta aquí pareciera que estoy hablando de alguien totalmente inexistente. Una divinidad que hechizaba a los hombres para darles algún sentido a su inútil existencia. Un consuelo a todas las miserias del mundo. La alienación más dulce.

Pero era real. Porque su Hermosura, su Inteligencia, su Simpatía y su Bondad se humanizaban en un problema. Estaba de novia. Si, y debo agregar que con un reverendo hijo de puta. Es casi una ley que las minas de este tipo tan raro terminen en manos de estos seres. Porque Fernando tenía a la novia como unas de esas meras formalidades, casi un deber ser. Su chica de Facultad y por qué no, y esto me molesta decirlo, para su placeres entre las sábanas. Este ser portador de mierda en la cabeza (espero que mi relato no pierda objetividad) después de cumplir su rol de novio, salía y cagaba a Lourdes de una y mil maneras. ¡Pero si hasta con “amigas” de ella la había engañado!

Pero Lourdes creía en la gente y por sobre todo en su novio. ¡Cuántas veces le habrán dicho la clase de tipo que era! ¡Y no!

Hasta que un día lo vio. El chabón estaba muy concentrado dando besos y repartiendo caricias minuciosamente a una minita de segundo que creo que se llamaba Camila. Acá se pudre, pensé mirando a Lourdes que había quedado absorta unos segundos. Pero como no habría sido de otra manera se desenvolvió de una manera poco común. Se acercó a ellos, los saludó y le dijo tranquilamente que evidentemente ya no iba a estar más con él y que le deseaba suerte, se despidió y regresó a mi. ¡PLOP!

Por supuesto, la actitud de mujer superada le duro muy poco. Ya en su casa lloró a moco tendido y no se privó de decir que todos los hombres eran unos hijos de puta y unos imbéciles, y cuanto epíteto se le vino a la cabeza. ¿Yo también?- pregunté- ¡No vos no, vos sos mi amigo!

Obvio, yo era su amigo, me había olvidado de eso. Los amigos estamos por fuera de todo lo masculino, estamos castrados y por supuesto que nos sacaron el chip que hace que veas a tu amiga como una mujer. Los amigos somos feos. Somos unas criaturas horribles que están llenas de buenos sentimientos. Los amigos te aconsejan pero es al pedo. Somos como perros, somos fieles, leales y buenos, en fin, los mejores. Pero siempre seguiremos siendo perros.

Ya ha pasado tiempo desde que se peleó, y fatalmente la he seguido viendo y la he seguido escuchando. Escuchando una y otra vez como surge algún pretendiente. Pero ya me cansé, no tengo por que estar escuchando eso. Me duele y no me importan todas sus buenas intenciones de amistad. Yo no quiero ser su amigo.

Me dirigí a su casa. Como todos los días tome su Hermosura, su Inteligencia, su Simpatía y su Bondad. Las junté todas y ls cargue con mi Amor. Claro que tuve que dejar la amistad. Eso me alivianó un poco, pero mientras caminaba me dio la impresión de que me seguía como mi sombra y que estaba parada a mi lado en el micro.

Llegué a su casa y me atendió muy contenta, mas de lo común. Fuimos a su pieza y me dijo que estaba muy feliz. Tuve un mal presentimiento y con miedo pregunté por qué.

- Estoy de novia con Miguel

Tierra trágame

¿¡Con Miguel!? ¡Miguel era tu amigo! ¡Miguel es mi amigo! Por supuesto que Miguel es un buen tipo pero….que hago yo con lo que tengo! No puedo ser más comprensivo. Momento, detengámonos. Pero claro! La victoria de él, es una victoria para todos los amigos a quienes nos fue amputado el derecho al lívido. Es una batalla ganada y un ejemplo esperanzador.

¿Pero yo qué?

-Te felicito- le dije- es lo mejor que podrías haber hecho, es buena gente.

Imagínense, yo diciendo eso, por más que quisiera darle la vuelta no podía evitar ese sabor amargo de desilusión que me subía y bajaba por la garganta.

-¡Está por llegar! Ya vengo me voy a bañar- dijo sonriendo mientras abandonaba el cuarto.

Ahí, en la soledad de la pieza quedé tendido en la cama con todo el peso de mi amor y aguantando la hemorragia de dolor que tenía en mi interior. Me sentía más pesado que nunca. ¿Y si me fuera? ¿Si me fuera lejos? Si, mejor me voy, no aguantaría un minuto estar junto a ellos dos, por más que fueran mis amigos no lo aguantaría… ¡Me voy, me voy ahora mismo!

Quise salir corriendo de allí pero estaba atornillado al piso, no podía moverme. Algo me retenía y evitaba que cumpliera con mi desesperado escape. Claro. Estaba escapando, y cuando uno escapa generalmente se lleva algo que no es suyo, algo valioso.

Concienzudamente comencé a quitarme su Hermosura, su Inteligencia, su Simpatía y su Bondad. Como en una ceremonia, me las quité solemnemente. Las doblé una por una y las dejé ordenadas sobre la cama. Ojalá abrigara su sueño tanto como abrigó el mío. Tanto como yo abrigué un sueño. Pero siempre hay que guardarse parte del tesoro, por más que sea una maldición.

Me quedé con su sonrisa.

La envolví en un pañuelo y antes de que terminara de bañarse salí de la habitación para no despedirme siquiera. Cuando crucé la puerta de la calle un chiflete de aire frío me hizo remecer. Pero tenía su sonrisa. Tiritando la guardé en mi bolsillo y dejé mis manos allí para que se mantuvieran calientes.

Di una última mirada a la casa y me alejé. Desnudo y con las manos en los bolsillos.




-

LA PANZA QUE CRUJE



Esa noche permaneció en el patio tendida de espaldas. Un pacto con la luna la mantenía despierta, pero en sus ojos ese misterio de onda melancolía ya se acumulaba y empezaba a descender por su ahora pálido rostro. En su vientre ya no sentía el suave cosquilleo del delicado batir de alas. Un otoño de mariposas muertas hacía crujir su interior.



Los días nublados, la crisálida, otra vez pensaba en arrastrarse. Tal vez ese viento frío podría darle impulso....pero ellos tiemblan, no de frío. Sino de temor.


_____________


Como cuando era niño, Pedro Astú, apoyó los codos sobre la mesa del comedor y cubrió sus mejillas con las palmas de sus manos. Por un segundo pudo volver a escuchar el desgastado sarcasmo de los más grandes "Qué!? se te está cayendo la cabeza?", pero sólo por un segundo, porque casi de inmediato perdió su mirada en el viejo cuadro que antes había estado en casa de sus abuelos, un cuadro repetido, un cuadro que parecía haberlo visto en otras tantas casas iguales, en otras idénticas paredes. La montaña de picos nevados que paulatinamente se va coloreando de tonos oscuros y que en rápido descenso irrumpe un brillante pasto verde que sirve de alfombra para una cabaña de madera ya vieja, con su respectiva chimenea y pequeñas refractarias ventanitas; el rio que bordea la casa con el agua aún más brillante es observado por un cielo infinitamente celeste apenas salpicado de esponjosas nubes. No hay sol, pero si brillo. No hay gente. No hay una sola persona en todo ese universo rectangular que permanece delante de Pedro Astú, pero puede verse la vida. Por unos momentos vienen a su mente muchas dudas. Ciertamente se pregunta por qué tantas veces se ocultan las fuentes, sólo importa el resultado, la superficie, lo esteta...pero nadie sabe, nadie sabe qué es lo que brilla.

________



Y el tiempo pasó, como pasan miles de años entre medias..... la crisálida despejó todos sus temores y todos sus dolores. Dejó crecer todo su AmorOdio y todo su OdioAmor.



Dejó de arratrarse. Ya no esparciría lagrimas en la tierra. En ella maduró aquella noción, aquel concepto, aquella demanda. Dejarse. Dejarse ser. Dejarse de joder y volar.



Se esfumaron los rasos vientos helados y en su lugar aparecieron intrépidas corrientes de aire tibio que ascendían a ese secreto cielo que nos guarda. Y los cambios del clima trajeron aparejados otros cambios.



Silencio


Ya no se escuchaba ese sempinterno crujir.



Con el pasar de los días ese cementerio de mariposas secas se fue desgastando, deshaciendo como en una especie de tamiz.



Y al polvo vamos....



Curiosamente esos restos se fueron mezclando con los líquidos vitales de la crisálida formando una extraña pasta que fue absorVida por todos los poros, tejidos y conductos del que antes fue un frágil cuerpo. En una metamorfosis ancestral se fundieron , como si siempre las dos hubieran sido una; y la una, dos.



Se dejó llevar....




Parece que ella habia comprado un boleto de ida al mundo, y ahora estaba de vuelta. Aperece y desaparece como esa brisa que mueve los cables del trole. Abrazada a la cola de un cometa amarillo se mecía liberadoramente entre los arboles. Liberadora mente. Mente libre. La armonía de sus colores volantes desteñía todo ese mundo terrestre mediocre o medio ocre al que tan beio ser no podía acostumbrarse.

Se hamacaba esquivando rayos de sol, jugando a la mancha con las mariposas. Y en las noches repetía su juego con la luna y las luciérnagas.

Sus piernas, sus brazos, su cuello, su pelo. Ella toda, sincronizada a la atmósfera. Se dejaba llevar por los caprichos del viento y al mismo tiempo parecía contorcionarse en esa agonía que sólo nos recuerda al amor.

Las aves y las nubes descolgaban la mirada y al verla se preguntaban en su interior con un total desengaño exitensialista ¿Por qué vivimos? Pero ella cada vez que se acercaba al suelo sólo era sólo para tomar envión.

En las calles los transeuntes transhumentes la observaban en un golpe de vista fugaz que les recordaba que ellos alguna vez tambien habian querido ser libres. Pero no podían ya dejarse llevar, ya estaban absorvidos por la gran maquinaria. Los insípidos religiosos de siempre le rogaban a sus dioses no sentir envidia por aquella hermosa verdad.

En qué senderos aéreos se habrá escabullido ella, en qué ramas se habrá apartado del suelo. Pensando que a muchos les quitaba el sueño, cuando en realidad les regalaba uno.

y ella en el aire...

Ella en el aire despejaba toda nube y toda duda,
se retorcía, subía, bajaba, se contorsionaba;
se anudaba y se desnudaba;
se entregaba, se estiraba, se encogía;
se abrazaba y te abrasaba;
desfallecía y recordaba;
se mecía, se perdía; se encontraba;
sonreía,
resplandecía,
atardecía,
ilusionaba
y amanecía


________


Pedro Astú descubrió que hacía tanto tiempo que no levantaba los ojos, que se había olvidado del cielo....





*

Otoño Estación

*


Otra vez Otoño, y Edmundo Ibañez ya se aprestaba para el ritual de todos los años. De las cuatro estaciones, la de las hojas secas en las calles era su preferida. ¿Por qué? Pues porque Edmundo Ibañez creía fervientemente que cada cosa, situación o etapa en la vida tiene música propia. Sí, aunque ustedes no lo crean, las personas no tienen más que tocar los instrumentos y entregarse a su melodía. Y claro, la otoñal era su preferida.

Podría decirse que era un "soñador" o un "trasnochado", o hasta juzgarlo de sentimentalismo barato. Pero ninguna de estas palabras afectaba en absolu
to a Edmundo Ibañez. No había mejor día que un día nublado, con pequeñas e incesantes gotas cayendo de esas nubes sollozantes, y una buena vereda sin barrer.

Edmuno Ibañez se abrigaba (bufanda incluida), tomaba su viejo paraguas marrón, y sin más ni más avanzaba por el ocre camino crujiente. Ah! qué sensación! sht! silencio! Escuchen...el incansable golpeteo de la llovizna sobre el paraguas; la respiración agitada de los raudos peatones que dan mayor jerarquía al espectáculo exsalando su tibio vapor; las bocinas angustiantes de los apurados de siempre y el crujir infinito y sempinterno de las hojas.¡Música!¡Música!¿La escuchan? ¡Sí! ¡Música! El cuerpo solo se dajaba llevar por la cadencia del ritmo!

Claro que muchas veces en el éxtasis de la danza se había llevado por delante a más de una señora entrada en años y nervios, por lo que se ligaba buenos carterazos e inpronunciables palabras en bocas de tan distinguidas damas.

Pero que más daba, eso le agragaba emoción al asunto. Qué importaba si su arte lo hacía incomprendidamente feliz. Pensaba que él y los demás hombres fluían y se transformaba, y terminaban disolviéndose. Pero la música, ese momento en que los sonidos y su cuerpo se conjugaban, era inmortal. Quizá la raiz de todo arte fuera el temor a la muerte, nos horroriza ver como las flores se marchitan y las hojas de los árboles caen una y otra vez, y en el propio corazón sentimos que nosotros también somos transitorios. Pero con estos momen
tos nos aseguramos que algo perdure mucho más; como una pintura, una escultura, un poema una canción...hay momentos que trasienden el tiempo.

Él vivía, los demás sólo existían.




Lo único que había que hacer era seguir el sendero de hojas en esos días en que la orquesta estaba a pleno. En zig zag, avanzando y volviendo, a la derecha, a la izquierda y otra vez a la derecha, saltos y a saltitos. Nunca perdiendo el compás.

Y así, en tales proesas se encontraba un día, cuando al alzar la mirada vió a alguien, alguien que escuchaba la misma sintonía. Como una aparición, ante sus ojos estaba Ella, con un paraguas rojo y un gamulán al tono, esa pareja de baile que siempre soñó. La más bella, la más natural, la más espontánea, la más feliz.

Sus miradas se cruzaron y como hipnotizados acompañados del coro de gotitas en su paraguas siguieron la danza uno frente al otro...acercándose, poco a poco, girando a veces, retrocediendo otras tantas; y siempre sobre el bendito colchón amarillo...crac!...crac!...crac!

De pronto el coro cesó.

La llovizna mojaba sus rostros, y los dos, aceptando el refrescante regalo celestial reían y reían, con los ojos abiertos y sintiendo como la vida se le metía por los poros. Respirando...absortos, casi hipnotizados se encontraron de pronto cada vez más cerca, sus labios se dejaron llevar, sintiéndose mucho más alegres para unirse eternamente en esos besos que funden los sueños con la realidad.

Pero no había que perder el paso, ya estaban casi todas las hojas deshechas y la música empezaba a apagarse. Fieles a su arte cada uno debía seguir su camino. Con una última mirada complice se despidieron esperando reencontrarse pronto al son de los crujidos.

Pero no fue así. Quizá esos rieles de follaje amarillo la llevaron por otros parajes, quizá todo fue una ilusión o un regalo divino para la memoria y el corazón. Lo cierto es que Edmundo Ibañez no deja de bailar cada año, siguiendo los acordes del clima, aplastando la muerte y esperando que en las vías de aquella Estación otro Otoño los vuelva a encontrar.







*

A partir del viaje

Parecía una broma o algo estúpido o algo muy parecido a los bizarro, a lo sin sentido. Si, claro era todo eso, mucho más, quien sabe. Nadie sabe.
Pedro Astú estaba fumando ese mediodía, fumaba porque no sabía que quería escapar de su cuerpo o que quería entrar, fumaba por esas veces en que se sentía con miedo de saber. Redirigió sus pensamientos y sus ojos. En realidad los cerró. Se preguntó muy profundo, muy allá dentro qué es lo que quería.

Partir

Dónde?

Partir

Abrió los ojos y los asaltó esa duda metódica que intenta acercarse a la verdad. Partir como quien parte algo?? como quien corta?? o partir de ir, de irse, de viajar...

quizá en esas dos cosas estaba las respuesta. Irse para terminar de preguntarse, para cortar ese letargo sin sosiego, como un sueño inquieto.

alzó la cabeza y vio como las ramas desnudas del parral de casa proyectaban su sombra.

ese es mi camino

buscó algún viejo mapa de esos que usó en la escuela, encontró varios así que tomó uno al azar...América, ja! Volvió al lugar donde había estado parado y proyectó su camino. Posicionó el mapa delante de sus ojos tratando de aguzar sus transparencia y con un lápiz remarco el camino que trazaban los sarmientos.

Los caminos eran un poco extraños, algunas veces tendría que volver tras sus pasos para tomar otras bifurcaciones, algunas uniones serían muy complicadas, tendría que trazar un camino por mar...

y así se fue Pedro Astú, y ahí va Pedro Astú, tras un reflejo, tras una sombra. Porque la verdad que lo real y lo tangible le molesta un poco, no se siente cómodo.

y esos ojos bellos y maníacos que lo miraban casi de soslayo lo vieron alejarse

ÉL ya estaba en el aire

19 agosto 2010


Hermanos:
Muchas palabras se caminan en el mundo. Muchos mundos se hacen. Muchos mundos nos hacen. Hay palabras y mundos que son mentiras e injusticias. Hay palabras y mundos que son verdades y verdaderos. Nosotros hacemos mundos verdaderos. Nosotros somos hechos por palabras verdaderas.

En el mundo del poderoso no caben más que los grandes y sus servidores. En el mundo que queremos nosotros caben todos.

El mundo que queremos es uno donde quepan muchos mundos. La Patria que construimos es una donde quepan todos los pueblos y sus lenguas, que todos los pasos la caminen, que todos la rían, que la amanezcan todos.

Hablamos la unidad incluso cuando callamos. Bajito y lloviendo nos hablamos las palabras que encuentran la unidad que nos abraza en la historia y para desechar el olvido que nos enfrenta y destruye.

Nuestra palabra, nuestro canto y nuestro grito, es para que ya no mueran más los muertos. Para que vivan luchamos, para que vivan cantamos.

Vive la palabra. Vive el Ya basta! Vive la noche que se hace mañana. Vive nuestro digno caminar junto a los todos que lloran. Para destruir el reloj de muerte del poderoso luchamos. Para un nuevo tiempo de vida luchamos.

La flor de la palabra no muere, aunque en silencio caminen nuestros pasos. En silencio se siembra la palabra. Para que florezca a gritos se calla. La palabra se hace soldado para no morirse en el olvido. Para vivir se muere la palabra, sembrada para siempre en el vientre del mundo. Naciendo y viviendo nos morimos. Siempre viviremos. Al olvido sólo regresarán quienes rinden su historia.

Aquí estamos. No nos rendimos. Zapata vive y, a pesar de todo, la lucha sigue.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del
Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

México, enero de 1996



Manifiesto Zapatista en Náhuatl


"Reforma, Libertad, Justicia y Ley"
El General en Jefe del Ejército Libertador del Sur
Emiliano Zapata



Al pueblo de México:
A los pueblos y gobiernos del mundo:

Hermanos:

No morirá la flor de la palabra. Podrá morir el rostro oculto de quien la nombra hoy, pero la palabra que vino desde el fondo de la historia y de la tierra ya no podrá ser arrancada por la soberbia del poder.
Nosotros nacimos de la noche, en ella vivimos, moriremos en ella. Pero la luz será mañana para los más, para todos aquellos que hoy lloran la noche; para quienes se niega el día; para quienes es regalo la muerte; para quienes esta prohibida la vida.

Para todos la luz, para todos todo.

Para nosotros el dolor y la angustia, para nosotros la alegre rebeldía, para nosotros el futuro negado,

para nosotros la dignidad insurrecta, para nosotros nada.

Nuestra lucha es por hacernos escuchar, y el mal gobierno grita soberbia y tapa con cañones sus oídos.
Nuestra lucha es por el hambre, y el mal gobierno regala plomo y papel a los estómagos de nuestros hijos.
Nuestra lucha es por un techo digno, y el mal gobierno destruye nuestra casa y nuestra historia. Nuestra lucha es por el saber, y el mal gobierno reparte ignorancia y desprecio. Nuestra lucha es por la tierra, y el mal gobierno ofrece cementerios.
Nuestra lucha es por un trabajo justo y digno, y el mal gobierno compra y vende cuerpos y verguenzas.
Nuestra lucha es por la vida, y el mal gobierno oferta muerte como futuro.
Nuestra lucha es por el respeto al derecho a gobernar y gobernarnos y el mal gobierno impone a los más la ley de los menos.
Nuestra lucha es por la libertad para el pensamiento y el caminar, y el mal gobierno opone cárceles y tumbas.
Nuestra lucha es por la justicia, y el mal gobierno se llena de criminales y asesinos.
Nuestra lucha es por la historia, y el mal gobierno propone olvido. Nuestra lucha es por la Patria, y el mal gobierno sueña con la bandera y la lengua extranjera.

Nuestra lucha es por la paz, y el mal gobierno anuncia guerra y destrucción.
Techo, Tierra, Trabajo, Pan, Salud, Educación, Independencia, Democracia, Libertad. Estas fueron nuestras banderas en la madrugada de 1994. Estas fueron nuestras demandas en la larga noche de los 500 años. Estas son hoy nuestras exigencias.

Nuestra sangre y la palabra nuestra encendieron un fuego pequeñito en la montaña y lo caminamos rumbo a la casa del poder y del dinero. Hermanos y hermanos de otras razas y otras lenguas, de otro color y mismo corazón, protegieron nuestra luz y en ella bebieron sus respectivos fuegos. Vino el poderoso a apagarnos con su fuerte soplido, pero nuestra luz se creció en otras luces. Sueña el rico con apagar la luz primera. Es inútil, hay ya muchas luces y todas son primeras.Quiere el soberbio apagar una rebeldía que su ignorancia ubica en el amanecer de 1994. Pero la rebeldía que hoy tiene rostro moreno y lengua verdadera, no se nació ahora. Antes habló con otras lenguas y en otras tierras. En muchas montañas y muchas historias ha caminado la rebeldía contra la injusticia. Ha hablado ya en lengua náhuatl, paipai, kiliwa, cúcapa, cochimi, kumiai, yuma, seri, chontal, chinanteco, pame, chichimeca, otomí, mazahua, matlazinca, ocuilteco, zapoteco, solteco, chatino, papabuco, mixteco, cuicateco, triqui, amuzgo, mazateco, chocho, izcateco, huave, tlapaneco, totonaca, tepehua, popoluca, mixe, zoque, huasteco, lacandón, maya, chol, tzeltal, tzotzil, tojolabal, mame, teco, ixil, aguacateco, motocintleco, chicomucelteco, kanjobal, jacalteco, quiché, cakchiquel, ketchi, pima, tepehuán, tarahumara, mayo, yaqui, cahíta, ópata, cora, huichol, purépecha y kikapú. Habló y habla la castilla.

La rebeldía no es cosa de lengua, es cosa de dignidad y de ser humanos.

Por trabajar nos matan, por vivir nos matan, No hay lugar para nosotros en el mundo del poder. Por luchar nos matarán, pero así nos haremos un mundo donde nos quepamos todos y todos nos vivamos sin muerte en la palabra. Nos quieren quitar la tierra para que ya no tenga suelo nuestro paso. Nos quieren quitar la historia para que en el olvido se muera nuestra palabra. No nos quieren indios. Muertos nos quieren. Para el poderoso nuestro silencio fue su deseo. Callando nos moríamos, sin palabra no existíamos. Luchamos por el miedo a morir la muerte del olvido.

Hablando en su corazón indio, la Patria sigue digna y con memoria

Nocturno


Frescor de los vidrios al apoyar la frente en la ventana. Luces trasnochadas que al apagarse nos dejan todavía más solos. Telaraña que los alambres tejen sobre las azoteas. Trote hueco de los jamelgos que pasan y nos emocionan sin razón.
¿A qué nos hace recordar el aullido de los gatos en celo, y cuál será la intención de los papeles que se arrastran en los patios vacíos?
Hora en que los muebles viejos aprovechan para sacarse las mentiras, y en que las cañerías tienen gritos estrangulados, como si se asfixiaran dentro de las paredes.
A veces se piensa, al dar vuelta la llave de la electricidad, en el espanto que sentirán las sombras, y quisiéramos avisarles para que tuvieran tiempo de acurrucarse en los rincones. Y a veces las cruces de los postes telefónicos, sobre las azoteas, tienen algo de siniestro y uno quisiera rozarse a las paredes, como un gato o como un ladrón.
Noches en las que desearíamos que nos pasaran la mano por el lomo, y en las que súbitamente se comprende que no hay ternura comparable a la de acariciar algo que duerme.
¡Silencio! -grillo afónico que nos mete en el oído-. ¡Can¬tar de las canillas mal cerradas! -único grillo que le conviene a la ciudad-.

Buenos Aires, noviembre, 1921.

Despertar- Alejandra Pizarnik

A León Ostrov

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aúlla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios

Qué haré con el miedo
Qué haré con el miedo

Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
enseña a vivir a los muertos

Señor
El aire me castiga el ser
Detrás del aire hay monstruos
que beben de mi sangre

Es el desastre
Es la hora del vacío no vacío
Es el instante de poner cerrojo a los labios
oír a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada.

Señor
Tengo veinte años
También mis ojos tienen veinte años
y sin embargo no dicen nada

Señor
He consumado mi vida en un instante
La última inocencia estalló
Ahora es nunca o jamás
o simplemente fue

¿Cómo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?

¿Cómo no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?

El principio ha dado a luz el final
Todo continuará igual
Las sonrisas gastadas
El interés interesado
Las preguntas de piedra en piedra
Las gesticulaciones que remedan amor
Todo continuará igual

Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde

Señor
Arroja los féretros de mi sangre

Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón

Recuerdo las negras mañanas de sol
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo

24 junio 2010

María La Sirvienta de Juan Gelman

Se llamaba María todo el tiempo de sus 17 años,
era capaz de tener alma y sonreír con pajaritos,
pero lo importante fue que en la valija le encontraron
un niño muerto de tres días envuelto en diarios de la casa.

Qué manera era esa de pecar de pecar,
decían las señoras acostumbradas a la discreción
y en señal de horror levantaban las cejas
con un breve vuelo no desprovisto de encanto.

Los señores meditaron rápidamente sobre los peligros
de la prostitución o de la falta de prostitución,
rememoraban sus hazañas con chiruzas diversas
y decían severos: desde luego querida.

En la comisaría fueron decentes con ella,
sólo la manosearon de sargento para arriba,
pero María se ocupaba de soñar,
los pajaritos se le despintaron bajo la lluvia de lágrimas.

Había mucha gente desagradada con María
por su manera de empaquetar los resultados del amor
y opinaban que la cárcel le devolvería la decencia
o por lo menos francamente la haría menos bruta.

Aquella noche las señoras y señores se perfumaban
con ardor
pero el niño que decía la verdad,
por el niño que era puro,
por el que era tierno,
por el bueno, en fin,
por todos los niños muertos que cargaban en las valijas
del alma
y empezaron a heder súbitamente
mientras la gran ciudad cerraba sus ventanas.




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06 junio 2010

Mujeres esperan, junto a mí, el autobús- Rodolfo Serrano-


Hablan de su marido y de sus hijos.
Y dicen: “mi marido” y “mi “Isabel”
o “mi Pedro” con ese
sentido de propiedad que sólo tienen
los que nada poseen salvo la sangre.
Y, luego, también dicen “mi señora”.
Y no dicen “mi casa”. Sólo dicen
“la casa donde estoy” y donde limpian
tres veces por semana.
Cada mañana se juntan y los lunes
hablan de la comida del domingo,
de los nietos
y del marido en paro ya va para tres años.

No cumplen con la ley antitabaco
y devoran, ausentes, cigarrillos y sueños,
y, a veces, reconocen que es un asco la vida
y que les duelen
las piernas y las almas. Y dan gracias
porque, al cabo, hay trabajo y así pueden
tirar con la hipoteca de los hijos.

No entienden de políticas, mas saben
que la vida es difícil y su Pedro
no estudia y nada encuentra.
Y ella le da a escondidas algunos euros todos
los sábados, que el chico
también tiene derecho a salir por las noches.
Y las demás asienten
y luego callan. Piensan
en el día tan largo que las espera ahora.
en esa casa ajena. Hasta que una murmura:
"No sé por qué los pobres
tenemos que limpiar tanta riqueza,
sin que podamos, coño, ni tocarla".
Y ríen todas y dicen: "Es la vida".
Y se dicen adiós hasta mañana.

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