Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma,la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología,llorando.
Festejar los cumpleaños familiares,llorando.
Atravesar el África,llorando.
Llorar como un cacuy,como un cocodrilo...
si es verdadque los cacuyes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo,
pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz,
con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo,
por la boca.
Llorar de amor,
de hastío,
de alegría.
Llorar de frac,
de flato,
de flacura.
Llorar improvisando,
de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!
(cuadro:EL Beso, Klimt)
Cada vez que leo este poema de Oliverio Girondo, me entran unas ganas locas de llorar a raudales...jejeje!
ResponderEliminarMe gustó tu blog y me alegro de que te guste pasear por mi laberinto!
Nos vemos por aquí y por allí
Laia
Por cierto, este cuadro que tienes ahí colgado, "Sentipensantes, de quién es?Me encantó!Es sencillamente precioso!
ResponderEliminarSaludos
Laia